Los toldos ofrecen una cobertura muy útil para cualquier época del año, protegiendo del calor excesivo en verano, pero también del mal tiempo en otoño e invierno, creando una zona de sombra protegida entre la casa y el jardín. Para que todavía sean más cómodos y funcionales, pueden motorizarse: aquí tienes algunos consejos útiles sobre el porqué y el cómo hacerlo.
Por qué motorizar los toldos
En primer lugar, ¿por qué motorizar los toldos? Hay muchas razones para ello, pero sobre todo hay que destacar la practicidad que supone una solución eléctrica.
Y es que los toldos motorizados facilitan la apertura y el cierre, sobre todo cuando se trata de modelos especialmente grandes y pesados, protegen tanto del calor como de la lluvia, ofrecen mayor privacidad y dan un toque personal a la zona exterior de la casa.
En definitiva, instalar un toldo motorizado nuevo o modernizar -en caso de que sea posible- los manuales que ya se encuentran instalados supone mejorar la calidad de la vida doméstica, aprovechando todo el potencial de una vivienda.
Qué se necesita para motorizar los toldos
Motorizar los toldos significa, en la práctica, sustituir la clásica manivela manual por un motor integrado en el rodillo, de modo que se posibilite su apertura y cierre automáticos.
Además del motor, se puede completar la instalación con sensores de viento, luz y lluvia, que ajustan automáticamente la apertura y el cierre del toldo en función de las condiciones meteorológicas, para evitar daños y disfrutar de su plena funcionalidad sin preocupaciones.
Cómo funcionan los sistemas motorizados
Pero, ¿cómo funcionan los toldos motorizados? Hay dos tipos de motores: mecánicos, es decir, activados por un interruptor, o por radio, es decir, accionados por control remoto. Este último tipo es, sin lugar a dudas, más avanzado y práctico.
El motor del toldo puede instalarse en el rodillo enrollador, en el mismo lado que el cabrestante; un toldo cofre o semicofre puede automatizarse mediante un procedimiento dual.
Si el toldo ha quedado obsoleto, la solución ideal es sustituirlo por un modelo más nuevo y funcional que cuente directamente con posibilidad de motorización: esto facilita la labor de los técnicos, pero también ofrece la posibilidad de elegir el estilo y la funcionalidad deseados.
Otra ventaja de un sistema a control remoto es que permite manejar el toldo a distancia, en cualquier momento, con la máxima agilidad incluso para las estructuras más pesadas.
Cómo elegir un motor para toldos
La parte más compleja en el proceso de automatización de los toldos domésticos puede ser la elección del motor ideal. Lo que parece solo un pequeño dispositivo ubicado dentro de un recipiente cilíndrico es, en realidad, un concentrado de tecnología: para evitar montar un motor inadecuado en el toldo, se deben tener en cuenta algunas cosas:
- la potencia del motor, que debe ser proporcional al número de brazos y a la anchura y extensión del toldo;
- evaluar la posibilidad de instalación de un sistema con control remoto, para su activación a distancia;
- considerar la posibilidad de elegir un modelo con manivela de seguridadpara accionar el toldo en caso de ausencia de suministro eléctrico.
Cada uno de estos factores es fundamental para que un sistema funcione de verdad. Hay que prestar especial atención a las dimensiones, pues de lo contrario se corre el riesgo de instalar un sistema que no pueda activarse correctamente.
¿Cuánto cuesta motorizar los toldos?
Aclarados, al menos en líneas generales, los aspectos técnico-funcionales, queda definir la cuestión económica: ¿cuánto cuesta motorizar los toldos?
Como es fácil imaginar, no hay una respuesta única a esta pregunta: depende mucho del tipo de toldo que se quiera automatizar, de su tamaño y de la funcionalidad que se quiera conseguir y, por supuesto, del tipo de motor.
La horquilla de precios más razonable se mueve entre algunas decenas y algunos centenares de euros, rango que permite cubrir diferentes variables y, en general, todas las soluciones posibles. Lo importante es confiar siempre en técnicos especializados y productores cualificados, que operan en el sector y pueden ofrecer toda la experiencia y el apoyo necesarios.